Ser vocero de una compañía, involucra una gran responsabilidad. Dejas de ser tú y prácticamente te conviertes en embajador de marca. Todo lo que hagas o digas desde tu lenguaje no verbal, verbal y paraverbal, será en nombre de la compañía que representas. Conectar, crear empatía y vínculo emocional, mover el corazón, ser parte de la vida diaria de la audiencia de mi interés, es la razón final del comunicar. Por esta razón te  entrego 4 tips claves a tener en cuenta:

1. Sentir en mente y corazón una real afinidad con los mensajes clave de la compañía. Cuando tenemos inmerso en corazón y mente, nuestro cuerpo y voz conectarán de manera genuina con nuestro público objetivo.

2. Construir nuestros mensajes con anticipación, pensarlos, escribirlos y ensayarlos. Cuando construimos nuestros mensajes, no sólo debemos pensar en lo que como compañía queremos decir. Es muy importante, dejar el EGO de lado- y aclaro que el ego no es malo ciento por ciento- es maravilloso y poderoso, pero en esta oportunidad, es prioritario hacerlo a un lado por un momento y sentarnos a pensar en eso que nuestro público objetivo, quiere y necesita escuchar. De esta manera la conexión será inmediata y tendrá el poder que esperamos, porque es una conexión de valor.

3. Tener claro que siempre estamos comunicando, y que nuestra imagen también refleja quienes somos y qué queremos transmitir. Pensar en ella con conciencia permite que sea una gran aliada de la comunicación. Conocer la paleta de colores que nos acompaña, nos hará reflejar vitalidad y positivismo, entender desde lo profundo, los estilos de personalidad que nos acompañan, nos permitirá sacar partido en la comunicación; cercano, profesional, estricto, amable, exitoso, cada estilo de personalidad (Romántico, Clásico, Sensual, dramático, natural, creativo, elegante) transmiten mensajes que hacen parte de nuestra comunicación. Podemos identificarnos con más de uno, pero siempre habrá uno que predomina.

4. Conectar con nuestra voz, acudir a un experto en comunicación que nos enseñe a manejar el tono, la velocidad, el ritmo y la respiración, para que este se proyecte de manera adecuada y genere las sensaciones de conexión. Ser consciente del lenguaje corporal y que este acompañe el discurso de manera armónica. No hay nada que desconecte más, que las muletillas del lenguaje no verbal que son aprendidas e impostadas.

Tener en cuenta que la comunicación asertiva es una habilidad social de gran valor, que está asociada a la inteligencia emocional y a la capacidad para comunicarse de manera armoniosa y eficaz con los demás, porque en el ejercicio de vocería, la comunicación asertiva es vital.